martes, 4 de noviembre de 2014

La casa 758

La casa 758
Kathryn Berla
Nube de tinta 2014
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(Publicada en el nº 108 de la  Revista Adiós sept-oct 2014)

Perder a alguien puede rompernos en mil pedazos y llevarnos a hacer cosas sin saber por qué. Así le ocurre a Krista que, con 15 años, perdió a su madre en un accidente de tráfico. Han pasado ya dos años y, día tras día, movida por unos sentimientos que ni siquiera ella logra entender del todo, se acerca a la casa 758, donde vive el chico que provocó el accidente.
Abandonarse a la tristeza, al odio... Alejarse de la vida -Krista lo hace trasladándose a una tienda de campaña en la azotea de su casa- y negarse a que todo continúe, son reacciones normales dentro de un duelo. Krista se preguntará cómo hacer para purgar y sanar ese odio enraizado en ella. Y llegará a la conclusión de que ayuda bastante un abuelo superviviente del holocausto, un temblor de tierra y los mágicos hoyuelos de un chico. El amor y la experiencia harán que la vida de nuevo tome las riendas y transformarán esas emociones dolorosas.
Una historia emotiva en la que, hasta que aparece el abuelo, echamos de menos algo más de complejidad en algún personaje que descargue a su protagonista y narradora de la responsabilidad de tirar ella sola del carro. A través de la narración nos preguntamos con Krista por qué, a pesar de que nos duele e incomoda, nos dejamos llevar por la ira, o preferimos a veces el daño del desprecio o el silencio en lugar de la limpieza que ofrecen el amor y la escucha.

Amor y escucha encontrará en su padre cuando desbloquean juntos el dolor, y en Jake, el chico de los mágicos hoyuelos. El abuelo, además, le mostrará la capacidad que todos tenemos para transformar. Un vaso de agua con dos cucharadas de sal es imposible de beber, pero si añades más agua, verduras y pollo, puedes lograr una sopa deliciosa. “Así que no olvides... nunca olvides. Pero añade. Añade más cosas a tu vida... un poquito de esto y un poquito de lo otro. La sal sigue ahí, pero un día no la notarás”

1 comentario:

  1. "Un vaso de agua con dos cucharadas de sal es imposible de beber, pero si añades más agua, verduras y pollo, puedes lograr una sopa deliciosa", ¡qué consejo tan poderoso!
    Mil gracias.
    Isabel

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